¿Por qué tienes la piel sensible? Y qué puedes hacer para recuperarla
¿Sientes que tu piel reacciona con facilidad, se irrita o se enrojece sin motivo aparente?
No estás sola: la piel sensible es una consulta muy frecuente en mi farmacia. Hoy te explico las 5 causas principales que suelo encontrar y, sobre todo, qué puedes hacer para mejorar tu piel.
5 causas comunes de la piel sensible
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Genética
Si tienes piel sensible, puede ser algo que has heredado.
La predisposición genética juega un papel importante: algunas personas nacen con una piel más fina, reactiva o con una barrera cutánea menos resistente.
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Barrera cutánea debilitada
Tu piel actúa como un escudo protector.
Cuando esta barrera está dañada, los irritantes, alérgenos y contaminantes entran con facilidad, provocando inflamación, picor y enrojecimiento.
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Factores ambientales
El clima extremo, la contaminación y la exposición solar diaria también deterioran la salud de tu piel.
Estos factores generan estrés oxidativo, provocando sensibilidad, sequedad y envejecimiento prematuro.
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Uso de productos irritantes
El uso de productos con fragancias fuertes, alcoholes secantes o activos mal adaptados, como retinol a alta concentración, puede dañar tu piel.
Un mal producto o un mal consejo pueden ser el detonante de un brote de sensibilidad.
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Estrés y estilo de vida poco saludable
Tu mente y tu cuerpo están conectados.
El estrés crónico, la mala alimentación y la falta de sueño debilitan las defensas de tu piel, haciéndola más vulnerable y reactiva.
¿Cómo puedes fortalecer tu piel sensible?
Ahora que sabes las principales causas, vamos a lo más importante: cómo recuperar tu piel y hacerla más resistente.
Sigue esta rutina básica durante dos semanas:
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Utiliza un limpiador suave, sin tensioactivos agresivos ni sulfatos, para no agredir tu piel desde el primer paso.
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Aplica un producto para restaurar la barrera cutánea, que contenga ceramidas, lípidos o ácido hialurónico.
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Añade un antioxidante, como vitamina E o centella asiática, que protege contra el daño de los radicales libres y calma la inflamación.
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Protege tu piel todos los días con un protector solar de amplio espectro. La protección solar es tu mejor aliado para reducir la reactividad y prevenir el envejecimiento prematuro.
Consejo extra: evita probar nuevos productos durante este periodo y apuesta por fórmulas sencillas y efectivas.